Revolución industrial 4.0
Sergio Lehmann Economista jefe Bci Estudios
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Sergio Lehmann
El mundo digital y las tecnologías de la información han adquirido un rol clave en los negocios y en los desarrollos productivos. Esta revolución está permeando con fuerza a toda la sociedad, frente a lo cual las empresas, de forma de sostenerse en el tiempo, se han ido adaptando con distinta profundidad y rapidez. Algunos la han llamado la cuarta revolución industrial, siguiendo a lo que fue el desarrollo de la máquina de vapor, el motor eléctrico y la internet. Es probable que hacia los próximos años la digitalización genere saltos de productividad equivalentes a los desarrollos que la anteceden, dejando claro que las empresas que no se suban a este tren, que corre raudo y sin escalas, terminarán por desaparecer.
Cabe hacer ver, de manera de entender la profundidad de esta revolución, algunos datos reveladores. En EEUU, cerca del 11% del consumo, excluyendo automóviles, combustibles y restaurantes, se realiza por vía electrónica y aún esta cifra crece con fuerza. Eso ha llevado a que grandes cadenas han debido cerrar tiendas, reenfocando su negocio hacia el comercio electrónico. Al mismo tiempo, en torno al 21% de las compras se está realizando desde un teléfono móvil, tendencia que se irá acrecentando para cambiar definitivamente la forma en que adquirimos bienes y servicios. En algunos países escandinavos para una serie de compras ya no es posible utilizar dinero efectivo; las transacciones deben hacerse con tarjetas o a través del teléfono móvil.
¿Está Chile moviéndose en esa dirección con suficiente rapidez? Aún estamos rezagados en este ámbito, pero se ha ido avanzando. Hoy, cerca del 2% de las compras se realizan por internet, una cifra baja, pero que ha subido en los últimos años. En paticular, el crecimiento de las compras vía electrónica aumentó 30% en el primer trimestre de 2017, para llegar a US$ 864 millones. En la banca también se han ido produciendo cambios importantes, pero todavía están por verse nuevas formas de relacionarse que harán mucho más simples los trámites para créditos, pagos en línea, administración de activos, entre otros. Habrá una oferta de productos a la medida de cada cliente.
En la reciente conferencia de Bci relativa a la transformación digital, Kjell Nordström, un referente en el tema, además de dar cuenta de cómo ve que se irán transformando nuestras actividades y deberá organizarse la sociedad, planteó que el conocimiento está creciendo de manera cada vez más acelerada. Dada nuestra capacidad limitada para ir capturando nueva información, el trabajo colaborativo se está haciendo cada vez más fundamental para lograr avances. Eso va determinando la forma en que las empresas y las instituciones deben organizarse. Adaptarse rápidamente a este escenario es un imperativo.
Nuestras vidas y la forma en que nos relacionamos y adquirimos nuevos productos están cambiando de forma acelerada. Hace solo 10 años apareció el primer teléfono inteligente, que se ha transformado en una poderosa herramienta, clave para explorar, buscar información y hacer transacciones. Ello se irá potenciando cada vez más. Las instituciones y empresas deben estar prestas para esta fundamental transformación.